domingo, 16 de diciembre de 2018

domingo, 18 de noviembre de 2018


"Festival en el campamento"
Cinco-patos al estilo de Toulouse-Lautrec (con perdón).

domingo, 11 de noviembre de 2018


NOTA: Esta peligrosa planta aparecía en el libro cuarto de la serie regular. ¿Lo recordáis?

domingo, 28 de octubre de 2018


Villafondo es el barrio submarino de NENÚFAR CITY, capital de Tritón-7 y del Sistema Fraternity.

domingo, 21 de octubre de 2018

domingo, 9 de septiembre de 2018


"El abrazo" o "¿Pero cuándo demonios ha pasado esto?"
Octavio y Leti al estilo de Egon Schiele (más o menos).

domingo, 2 de septiembre de 2018



Situada a apenas 3,5 años luz del Sistema Solidarity y de la capital, Babilonia, la estrella Decency posee uno de los sistemas planetarios más interesantes de la Federación.
El planeta que orbita más cerca de la estrella se denomina PIP. Es muy pequeño y está sometido a una fuerte radiación térmica y electromagnética que lo hacen completamente inhabitable.
En la zona templada del sistema encontramos no uno sino dos planetas con agua en estado líquido y, por tanto, aptos para la vida: AZZURRO Y PARAÍSO-2.
AZZURRO es un precioso mundo cuasitropical bañado por amplios océanos de los que emergen tres vastos continentes donde ha florecido una notable vida animal y vegetal. De este lugar es originaria la ñecla, esa planta comestible que tanta difusión ha adquirido en la industria alimentaria. En el continente más meridional se encuentra Santamadonna, la próspera capital del planeta y de todo el sistema. Allí está la sede de Cinque Fiori Spazziale, la compañía de transportes interestelares que dio origen a la casta de “los espaciales”.
Por su parte, PARAÍSO-2, más pequeño y montañoso, presenta una temperatura media ligeramente inferior que su planeta hermano pero aún así resulta apto para la vida. No tiene grandes mares pero sí caudalosos ríos y plácidos lagos que junto a sus frondosos bosques de pseudoconíferas y cadenas montañosas cubiertas de nieve crean idílicos paisajes de ensueño. No encontraremos en el planeta grandes ciudades ni explotaciones industriales, solo algunas urbanizaciones formadas por lujosos palacetes en los que habitan un puñado de familias adineradas y ricos jubilados. La más conocida es Silver Village, famosa por ser donde se recluyó el ex-senador Schmitz tras su retiro de la política activa.
Una vez al año, los dos planetas entran en conjunción y quedan separados por apenas 300.000 kms. Este acontecimiento se celebra en ambos mundos con la llamada “Fiesta del Gran Salto” en la que multitud de habitantes pasan de un mundo a otro en improvisadas naves de madera.
El siguiente planeta de la lista es CHAPLIN, un gigante gaseoso sin la menor importancia estratégica si no fuera por la presencia en su órbita del ingenio artificial “Hollywood Station”. Allí es donde se filman la mayoría de las películas que ustedes pueden disfrutar (es un decir) en los holocines de toda la Federación.
Después se encuentra SNOWBALL; un mundo rocoso gigante cubierto por una capa de hielo de más de 250 kms de grosor. Al contrario de lo que pudiera pensarse, este mundo congelado está habitado. Sus pobladores reciben el nombre de “procesadores de hielo” y su núcleo urbano más importante se llama Nívea.
Al último planeta del sistema se le bautizó con el nombre de GROOT (¡vaya usted a saber por qué!). Minúsculo, rocoso e inhóspito, apenas merecería ningún comentario a no ser porque describe una órbita retrógrada, es decir, gira alrededor de la estrella en dirección contraria al resto de los planetas. Esto hace suponer que se trate de un asteroide masivo o de un planeta errante capturado por el campo gravitatorio de la estrella.

R. MACHUCA-18


domingo, 5 de agosto de 2018


Pues eso, "...something evil this way comes!"
Cinco-patos al estilo de Roy Lichtenstein.

domingo, 22 de julio de 2018

domingo, 20 de mayo de 2018


La ciudad de Áquila está en el satélite Pequeño Ganímedes del planeta Zeus (Sistema Fraternity).

domingo, 13 de mayo de 2018


SOBRE ASTRONOMÍA EN PROCYON

Resulta fascinante comprobar cómo año tras año va creciendo la lista de exoplanetas que la comunidad astronómica ha ido detectando y catalogando en las estrellas más próximas y no tan próximas a nuestro Sol. En el momento que escribo esto, ya se han superado ampliamente los cuatro mil y la cosa va en aumento a medida que enviamos al espacio sondas y telescopios cada vez con mayor poder de resolución.
Empieza a resultar obvio que los sistemas planetarios como el nuestro no son ni una rareza ni un capricho del azar cósmico sino lo más común en el universo: la inmensa mayoría de las estrellas poseen un cortejo de planetas y planetoides que las acompaña. Lo cierto es que desde que se admitió como válida la hipótesis de la “nebulosa planetaria” como origen del Sol y del conjunto de sus planetas, debería haber sido evidente que otras muchas estrellas se formaron de la misma manera y que, por tanto, también deberían tener planetas orbitando a su alrededor.
De momento solo se están localizando planetas gaseosos de tamaño considerable (tipo Júpiter o Neptuno) o bien planetas rocosos, bastante más grandes que nuestro pequeño mundo (supertierras), pero cuya órbita esté situada de tal manera que nos permita su detección (desde nuestra perspectiva, el planeta ha de pasar por delante de su estrella, eclipsándola parcialmente, para que podamos descubrirlo). Supongo que en años venideros, cuando aumentemos la precisión de nuestros telescopios espaciales, la lista de exoplanetas crecerá como la espuma y podremos establecer un completo catálogo de los sistemas planetarios vecinos (si bien es cierto que nuestro propio Sistema Solar dista mucho de estar definitivamente descrito).
En la serie Procyon intento reflejar (echándole imaginación pero sin perder de vista los conocimientos científicos actuales para que resulte factible), cómo podrían ser los 12 sistemas planetarios más cercanos al nuestro o, mejor dicho, los más próximos al Sistema Solidarity (donde se encuentra la capital, Babilonia), que estaría situado en una posición más o menos central en la Federación, con el Sistema Solar en un extremo y el Sistema Liberty (donde se inicia la aventura de la serie), en el otro.
Suponiendo que la distancia media entre dos estrellas contiguas es de unos 4 años luz, la Federación bien podría abarcar 15 ó 20 años luz de un extremo a otro, lo que no está nada mal.
Los mapas de algunos de estos sistemas planetarios ya fueron publicados en los libros de la serie regular y otros los estáis viendo en este blog. En ellos intento reflejar una gran variedad de planetas, satélites y otros objetos estelares, naturales o de fabricación humana. Como ya expliqué en otro de estos artículos, asumo que en muchos de los planetas que orbitan a la distancia adecuada de su estrella para mantener el agua en estado líquido (la llamada “zona habitable” o, como jocosamente denominan los astrónomos “zona ricitos de oro” por aquello de que no está “ni muy fría ni muy caliente”), ha aparecido la vida. Bien es cierto que también podría desarrollarse vida en algunos satélites de los planetas gigantes gaseosos situados en zonas muy frías ya que las fuerzas de marea gravitatoria de éstos permiten la existencia de océanos líquidos bajo la superficie congelada de sus lunas (el caso de Europa en Júpiter, por ejemplo).
También he asumido que la tecnología del siglo XXV será capaz de construir enormes estaciones espaciales (aunque solo se utilicen como casinos itinerantes o platós de cine), alterar las órbitas de algunos asteroides para colocarlos donde convenga, llevar cometas de hielo a los planetas donde se les necesite, terraformar planetas muertos e instalar gigantescas “líneas de transporte” (la famosa “Snow White Express” del libro 2).
Por motivos de coherencia interna de la obra, solo nombraré aquellos astros que tengan que ver con la trama de la serie (aunque solo sea de forma tangencial, porque allí nació algún presidente de la Federación o algo así). No daré listas completas de todos los satélites, asteroides y cometas de cada sistema planetario porque no vendría al caso y haría más farragosa la lectura (que ya lo es bastante, caramba).
Una última consideración: Qué más querría yo que poder introducir en la serie ominosos agujeros negros, espectaculares púlsares binarios o centelleantes explosiones de supernovas que tanto juego han dado en la Ciencia-ficción de todos los tiempos... pero el hecho incontestable es que NO EXISTE NADA DE ESO EN LAS PROXIMIDADES DEL SISTEMA SOLAR, lo cual, bien pensado, es una suerte, ¿no?

R.MACHUCA-2018


domingo, 25 de marzo de 2018



Si atendemos a los datos demográficos (no siempre fiables), este sistema estelar es el menos poblado de la Federación y si nos fijamos en los datos económicos (también muy dudosos, la verdad) resulta ser el más pobre en recursos y, por tanto, el que más depende del comercio exterior.
La estrella Fraternity es una enana roja moribunda, muy poco luminosa al final de su ciclo vital. A pesar de estar situada a menos de 3 años luz de Terraprima, resulta imposible de ver en el cielo nocturno babilónico si no es con la ayuda de algún rudimentario telescopio. A pesar de ello, el primer planeta del sistema, EL AVERNO, describe una órbita tan cercana a la estrella, que lo hace recibir unas cantidades terribles de luz, calor y radiación, convirtiéndose en poco menos que una roca calcinada e inhóspita. Sin embargo, los científicos que lo exploraron por primera vez descubrieron con estupor que sus potentes campos gravitatorio y magnético le permitían retener una incipiente atmósfera sorprendentemente respirable y con el mínimo de humedad que posibilitaba la aparición de unas escasas formas de vida muy rudimentarias. Quizá fueran estas duras condiciones climáticas y medioambientales las que convencieron al gobierno federal para instalar ahí la academia de la policía militar: el Campamento Infierno. Junto a los primeros reemplazos de reclutas también llegó al planeta una variopinta población civil flotante de trabajadores externos del cuartel, comerciantes legales e ilegales, traficantes de cualquier cosa, evadidos de la justicia de otros sistemas, desarrapados varios y, en general, gentes de mal vivir (neohumanos en su inmensa mayoría).
El siguiente objeto que encontramos orbitando en torno a la estrella Fraternity no es un planeta: se trata del laboratorio espacial “BARRACUDA”. Una costosísima estación espacial creada con fines científicos que jamás entró en funcionamiento y que ahora, en ruinas y abandonada, se utiliza para que los soldados del Campamento Infierno realicen maniobras de combate en gravedad cero y ensayen asaltos a supuestas naves espaciales.
A continuación está TRITÓN-7. Un planeta acuático y pluvioso a más no poder donde se halla la capital, Nenúfar City. Constituye la única reserva hídrica del sistema por lo que su medio ambiente está legalmente protegido.
Más alejado de la estrella, ya en la zona fría, descubrimos ZEUS: un gigante gaseoso sin especial interés salvo porque en una de sus 16 lunas, EL PEQUEÑO GANÍMEDES, se encuentra “Áquila”: una antigua colonia minera subterránea que ha prosperado hasta convertirse en la ciudad más poblada del sistema.
Los dos planetas más externos son CARIBDIS y SURTUR. Dos supergigantes gaseosos con una composición química tan diferente que convierte al primero en una masiva bola verdeazulada y al segundo en una enorme esfera color rojo fuego. Inútiles pero bonitos de ver, qué duda cabe.
R. MACHUCA-2018

domingo, 18 de marzo de 2018